El temperamento es la primera y más natural forma del niño de reaccionar ante el mundo que lo rodea. Debe tener en cuenta el temperamento cuando se enfrente a desafíos con su niño. Comprender el temperamento de su niño puede ayudarlo a: (1) reconocer las ventajas y desventajas de cada temperamento; (2) comprenda su propio temperamento para que pueda comprometerse durante los conflictos; e (3) identificar cuándo podría necesitar intervenir con el comportamiento de su niño.
Temperamento

Lo que puede hacer:
Cualquier temperamento
- Trabaje con el temperamento de su niño en lugar de intentar cambiarlo
- Tenga cuidado de no comparar a su niño con otros niños
- Concéntrese en las fortalezas de su niño y dígale cuando haga algo bien
Un temperamento temeroso
- Mantenga su hogar tranquilo y predecible, y proporcione estructura a la vida diaria de su niño
- Use uno de los objetos favoritos de su niño para aliviar la ansiedad durante las transiciones
- Prepare a su niño para cualquier experiencia nueva que ocurra
Un temperamento flexible
- Bríndales nuevas experiencias para fomentar su entusiasmo
- Asegúrese de que sus necesidades no se “pierdan” en comparación con otros niños
- Enséñeles cómo evaluar la seguridad y la idoneidad de las actividades y comportamientos.
Un temperamento enérgico
- Mantener reglas consistentes
- Evite los insultos (“alborotador”, “hiperactivo”, “niño problemático”)
- Ofrezca un espacio seguro y tranquilo donde el niño pueda relajarse y recuperar el control cuando sea necesario
* Temeroso: “Estoy ansioso por el cambio”; Flexible: “Soy bastante tolerante”; Luchador: “Soy mucho con lo que lidiar“.